Antes de encender. |
Comienza el día. Limpio
las cenizas del día anterior recordando todos y cada uno de los detalles del
servicio, haciendo memoria de errores y rectificaciones de cosas que
faltan por preparar para hoy.
Con una parrilla
pequeña, que uso a modo de tamiz, paso toda la ceniza para cribar los trozos de
carbón más gordos, aún en brasa, y aprovecharlos para encender antes de este
servicio. Mi principal herramienta de trabajo.
Al no tener una
gran experiencia en la cocina (ya que solo llevo 3 años en este oficio) y no haber trabajado antes en la brasa, necesito máxima concentración
para que cada cosa esté en su sitio concreto e intentar que cada movimiento
enlace con el siguiente, como en un baile o en un combate de boxeo.
Todo listo, fuego
encendido, pieza de entrecot limpia para cortar en el momento, chuletones,
cordero, doradas, lomos de atún. Esa sensación de que te falta algo y que no sabes
si es verdad o sólo una manifestación de los nervios que te visitan antes de
cada servicio.
A ver:
guarniciones en su sitio, salsas, si perfecto...
Preparando la partida |
Y empieza el
baile. Los compañeros de sala entran ya avisando:
- ¡¡Entran 4 y
los dos grupos grandes están en el bar ya para pasar al comedor!!
¡Empezamos! La
jefa de cocina comienza a leer los platos en voz alta mientras el resto en
silencio miramos nuestras comandas e intentamos organizarnos para que el
servicio vaya como la seda.
Al estar en la
brasa aún tengo tiempo para ir sacando la carne de las comandas al lado del
fuego para atemperar.
Comienzan a pedir
los segundos, como siempre todos a la vez. Extiendo la brasa y el calor se hace
insoportable, las carnes "chisporrotean", del calor mi ropa emana un
olor que me recuerda al de la ropa cuando la planchas, pero no tengo tiempo ni
para darme cuenta de que hace un calor asfixiante, corro colocando platos, repasándolos
con un trozo de papel de mecha y un chorro de mi "abrillanta-vajillas"
a base de ginebra barata y agua a partes iguales, emplatando guarniciones, comprobando
los puntos de las carnes...
- Mesas 4 y 5, tengo
los segundos, 3 entrecot, dos doradas y un atún. ¡¡Rápido que necesito hueco
para emplatar!!
Grito y casi al
instante dos compañeros de sala vuelan hacia el comedor con los segundos, con
un pulso espectacular, para que no se muevan ni un ápice las salsas y las guarniciones en los platos blancos impecables.
Después de dos
horas y media de servicio, hemos terminado, todo el mundo contento y bien
comido. Recojo exhausto todas las cosas. Ahora si noto el calor, el cansancio,
los quemazos, pero ha merecido la pena. La batalla de hoy luchada, ganada y
orgulloso de ello extiendo las brasas por toda la superficie de la zona de
fuego para quemar la grasa que ha caído durante el servicio y así será más fácil
al día siguiente limpiarla antes de encender el fuego un día más.
Brasa extendida para quemar la grasa y la suciedad |
Arroz negro con calamares y gambas |
milhojas de wan tun y escabeche |
Lomo de atún a la brasa con boniato bechamel de wasabi y piparra |
Dorada a la brasa con vinagreta picante de tomate y albahaca |
Pulpo a la brasa con patatas ajoaceite y tomate concasé. |
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